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paragallinas

Nuestros primeros huevos

Pues ya estamos a punto de ver como nuestras gallinas se meten de lleno en su, sino madurez sexual, casi casi.

Unos meses después de la llegada de nuestras queridas gallinas de Mos, (que han sufrido un cambio increible, pues hemos tenido mucha suerte y cumplen los cánones de la raza), una de ellas ya empezó a poner.

Estamos encantados y muy emocionados, porque también han hecho lo mismo dos gallinas Pedresas, de las que no os habíamos hablado, pero que hace ya unos meses que teníamos en nuestra pequeña granja.

El hecho de que empiecen a poner supone una de las mayores alegrías en lo que llevamos de proyecto, no ya solo por el hecho en si, sino por lo que ello conlleva. Y es que eso abre una nueva parte de nuestro proyecto, la icubación.

Aunque os las hemos enseñado por separado, lo cierto es que por motivos de espacio y nuestra comodidad, hemos tenido juntas a las gallinas de Mos y las Pedresas, tanto en el cierre como en las salidas diarias. Si bien no nos suponía un problema ni un peligro de cruce entre razas, pues eran todas muy jóvenes, ahora mismo ya tenemos que ir pensando en separarlas.

Teneis que perdonar por algunas fotografías. Nuestras gallinas no posan, ni queremos. No las molestamos lo más mínimo. si se ponen a tiro de cámara, bien. Si no, pues saldrán fotos un poco peores, como esta.
La gallina de Mos se define por muchas virtudes, pero su figura estilizada, además de ser una de sus características, ha hecho de nuestros ejemplares, la fiel representación del canon de esta raza de gallinas.

Hasta ahora y como os hemos contado, todos nuestros «logros» se basaron en miembros de nuestra granja que habíamos adquirido a profesionales del sector.
No ahora, pero si en breve, el crecimiento de nuestra «comunidad gallinacea» podrá lograrse gracias a la incubación de las mismas. Ya no dependeremos tanto de agentes externos, salvo por razones de fuerza mayor.

Un par de semanas más tarde empezaron a poner una raza tras otra, hasta que al final ya todas las razas de gallinas ponen huevos.

Así, pensamos que era el momento de iniciar, reconocemos que sin experiencia, un intento de incubación, por un lado directa, usando la inestimable ayuda de nuestra gallina kirika, y por otro lado, mediante una incubadora.

Sin saber si nuestros huevos estarían galleados, empezamos a apartarlos. Una gran ilusión nos sobrevino sobre todo con el primer huevo de araucana. Y después, por supuesto, los de las demás.

Durante unos días fuimos recopilando unos huevos. En total 11 huevos. Cuatro de araucana, tres pedresas una kirika, uno de orpington ribeteada y uno de Mos.

Pusimos cuatro con la gallina kirika, y nos demostró que era cierto lo que se dice sobre lo buenas madres que son. Sale del nido una vez al día, sobre unos 20 minutos, come, da unas vueltas, y de nuevo al nido hasta el día siguiente. Se iba portando como una jabata.

Para los otros siete quisimos probar con una incubadora muy barata. Nuestra intención era fabricar nuestra propia incubadora casera, pero mientras tanto pensamos que con una cualquiera nos serviría…, por supuesto, nos equivocamos. Pero ese es otro cantar.

Pero en esta sección solo queremos mostraros nuestros primeros huevos de gallina. La incubación la tratamos aparte.